En la creación de proyectos audiovisuales se utilizan innumerables herramientas y artefactos que sirven para registras tanto la imagen como el sonido de un determinado proyecto fílmico, sin mencionar aquellos que no aparecen en la imagen final, como podría ser un trípode, un estabilizador o el micrófono.
Sin embargo, hay uno que es muy fácil de identificar y que solemos ver siempre en un rodaje como si de la mismísima cámara estuviésemos hablando. Es posible que no conozcas su nombre, pero es una herramienta casi imprescindible en un rodaje. Esta herramienta en cuestión es la pértiga.
Aunque su nombre no te suene de nada, con seguridad la has visto mucho en los «detrás de cámara» de algunas películas. Pero vayamos a ello
¿Qué es la pértiga?
Para no hacernos tanto lio con esto, vamos a resumirlo diciendo que es una especie de «palo» alargado donde se engancha el micrófono de cañón que es utilizado por el encargado de sonido en un rodaje. Esta herramienta debe ser utilizada con mucha cautela por parte de su operador, ya que es muy fácil hacer que el micrófono que va sujeto a ella, aparezca en nuestro plano y nos eche a perder toda la escena.
la pértiga es un complemento importante del micrófono de cañón que, sin el, no podríamos recoger un buen audio en nuestro rodaje.
Por lo general los mejores micrófonos que recogerán la mayor calidad y claridad de los diálogos de nuestros actores, serán los micrófonos de solapa o también conocidos como lavalier. Estos micrófonos resultan «discretos» en la puesta en escena de nuestro rodaje. Sin embargo, es muy incómodo incorporarlos a nuestros actores, tanto para ellos como para el equipo técnico.
Además, no siempre resultan invisibles para el lente de la cámara, ya que a veces este resulta muy visible ante la misma. Podríamos decir que este tipo de micrófonos sería más útil en proyectos televisivos o documentales, donde la aparición de ellos no resulte importante ante la audiencia o ante las necesidades del proyecto.
¿Cómo debemos utilizar la pértiga?
Dado que el micrófono de cañón es un dispositivo que registra el audio de forma lineal, es decir, que no recoge el audio que viene por los costados del mismo o al menos no de forma clara y legible, el micrófono de cañón se debe colocar en un ángulo completamente vertical, de modo que registre el audio hacia abajo, como si hablásemos de una angulación cenital de la cámara, donde la cámara registra lo que hay abajo.
De este modo, el micrófono de cañón tan solo registrará el audio del personaje que se haya debajo de el, sin más, ya que lo que sigue después del personaje sería el mismo suelo, donde evidentemente no hay más sonido.
Si, por ejemplo, colocásemos el micrófono en un ángulo horizontal, el micro no solo registraría el audio de nuestro personaje, sino también el que halla detrás de él. Por ejemplo, si tenemos una puesta en escena donde dos de nuestros personajes están sentados en una banca conversando entre sí, pero enfrente de ellos está una calle donde transitan muchos coches, el micrófono de cañón registraría ambos audios, tanto el de los diálogos de nuestros personajes, como el audio que proviene de los coches que transitan frente a ellos, esto suponiendo que registremos el audio con el micrófono de cañón en una posición horizontal. Por el contrario, si lo colocamos en una posición vertical (por encima de ellos), el micrófono registraría tan solo el audio de nuestros personajes y, evidentemente también el de su entorno, pero con menos calidad y claridad, por lo que él micrófono enfatizaría más en los diálogos de nuestros personajes.
Así, lograríamos registrar una mejor calidad y claridad de audio en nuestros proyectos utilizando la pértiga. Es importante mencionar que esto también dependerá de muchos factores, como el ambiente en el que estés rodando o la calidad del micrófono que estés utilizando. Es decir, la buena utilización de la pértiga no garantizará la calidad de tu audio registrado, como mencioné antes, eso dependerá de diversos factores, ¿Pero que duda cabe? Si desde un principio utilizamos herramientas de calidad, ya tendremos la mitad del trabajo hecho.